Descripción
Desde su inefable irrupción a finales de los sesenta hasta su temprana muerte en 1982, Lester Bangs fue uno de los críticos más prolíficos -de rock, jazz, pop y demás hibridaciones y sucedáneos- en los Estados Unidos (lisérgicos). En ese breve lapso, al tiempo que revoluciona el oficio al más puro estilo gozo, y da forma y un nuevo sentido al cometido del crítico musical, se batiría el cobre prestando sus servicios a Creem, The Village Voice, Rolling Stone y otras cabeceras del submundo conocido; sin dejar de escribir, por su propia cuenta y riesgo, y para su propio deleite, espoleado por ínfulas literarias para las que no hallaría consuelo ni editor. De entre los miles de páginas alumbradas por tan ilustre grafómano-y que siguen enmoheciendo entre legajos, borradores,manuscritos e indescifrables apuntes celosamente custodiados- por familiares y demás afectos a la causa- en esta segunda incursión John Morthland traza una nueva de hoja de ruta que, a diferencia de la cartografiada por Greil Marcus, acierta aincluir también algunas de esas perlas inacabadas llamadas aformar parte de esa otra faceta literaria -que no pudo cultivar como hubiera sido su deseo- y que, de parecido modo a como hiciera Marco Cassini en Italia, agrupamos, a modo de apéndice,en el capítulo ...y otros delirios impublicables. Segundo volumen de prosas reunidas, en suma, que complementa la labor emprendida con Reacciones psicóticas y mierda de carburador, la primera y ya clásica antología de la obra de Bangs.