Dacal, Pablo
Ignacio Corsini es recordado como un muchacho rubio, siempre vestido de oscuro, excesivamente sensible, que muchas veces debió contener el llanto en mitad de una canción. Adelantado a los tiempos sociales, abjuró del tango ramplón y mantuvo viva su sensibilidad, marcada por una impronta melancólica importada de su Sicilia natal y exacerbada por la naturaleza crepuscular de la geografía pampeana. Criado musicalmente en la payada, la canción criolla y el canto de los pájaros, creó un estilo propio, de canciones sencillas y hondas. Con la muerte de Victoria, su gran amor, Corsini se alejó del centro de la escena, dejando una obra que merece ser escuchada y un mito módico, el de El Caballero Cantor, dibujado exactamente a su medida.
Por qué escuchamos es una colección que busca ahondar en los motivos por los que algunos artistas se vuelven esenciales, indiscutibles y verdaderamente únicos, más allá de los caprichos y vaivenes del mercado musical."
}