Descripción
La calle, el puerto, los conventillos, los corrales, las cárceles fueron el magma donde se fraguó un cantar que luego se elevaría a canción en las primeras décadas del siglo XX. Ya los trovadores de La Pampa, los payadores, y la gente del sainete después, venían introduciendo el habla popular en sus composiciones. El tango lo hizo en algunos títulos inaugurales, en refranes y cuartetas, precarios, durante el tiempo que le llevó a consolidarse como música y baile. Quienes lo inventaron eran carreros, estibadores, albañiles, pintores de brocha gorda, mecánicos... Y las mujeres brillaron en la interpretación cantada. Rafael Flores Montenegro está considerado, internacionalmente, como un gran conocedor de esta música y baile popular. Es autor de originales ensayos literarios sobre sus emblemáticas figuras. CONTENIDO: Prólogo Pascual Contursi. Mi noche triste José González Castillo. Aquella cantina de la ribera Celedonio Esteban Flores. Corrientes y Esmeralda Enrique Cadícamo. Al mundo le falta un tornillo Francisco García Jiménez. Oigo tu voz Enrique Santos Discépolo. Infamia María Luisa Carnelli. Se va la vida Alfredo Le Pera. Golondrinas Homero Manzi. Milonga del 900 José María Contursi. Toda mi vida Mario Basttitella. Bronca Cátulo Castillo. La última curda Homero Expósito. Fangal. El milagro Eladia Blázquez. El corazón mirando al sur Borges, Carriego: Tango y espejismos en la ciudad de Buenos Aires Glosario del tango