Crespo, Tomás
Los lectores de Nirvana. Nevermind. La última revolución recordarán que habíamos dejado al trío formado por Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl iniciando el año 1992 de la manera más sorprendente posible: con su nuevo disco desbancando del número 1 de la lista Billboard al Dangerous de Michael Jackson. Una banda totalmente desconocida fuera de Seattle hasta poco tiempo antes, empezaba a convertirse en el mainstream que antes detestaban. ¿O más bien era el mainstream el que se había desplazado hacia ellos? La gran pregunta era: ¿qué hacer ahora? ¿Qué pasos debía dar una banda underground que tras fichar por una multinacional había conseguido un éxito planetario con el que apenas era su segundo disco? Lo primero fue salir de gira mundial: en 1992 el grupo actuó por Oceanía, Asia, Europa y América. Después, a finales de año, lanzaron el disco Incesticide, que incluía principalmente canciones ya publicadas antes en singles, EPs u otros recopilatorios. Pero eso no era suficiente para calmar la sed de nuevos temas de Nirvana. Conscientes de ello, y tras unas maquetas y jams grabadas en Brasil, el grupo regresó a Estados Unidos con algunas canciones nuevas ya acabadas, y otras aún por rematar, pero con la idea de encerrarse a grabar, por fin, el disco que iba a suceder a Nevermind. El nuevo LP de Nirvana. Ese que, tras muchas idas y venidas, acabaría llamándose In Utero...