Descripción
Hasta el siglo XXI la Historia del Arte puso el foco sobre la mujer únicamente en su imagen representada o, a lo sumo, en su condición de artista, olvidando una de las facetas más representativas de su actividad: la promoción. Con esta orientación este libro presenta ocho propuestas que tratan el papel de las mujeres como promotoras de las artes desde diferentes prismas y cronologías que van desde el siglo XV al XIX. Las protagonistas de estos capítulos son mujeres pertenecientes a las élites y poseedoras de grandes recursos económicos que lograron por sí mismas materializar sus ideales políticos y religiosos. Se trata de reinas, gobernadoras, condesas y aristócratas que mandaron construir palacios para su linaje, organizaron sus dependencias y fundaron y dotaron conventos que, con frecuencia, se convirtieron en panteones familiares. Se recogen en estas páginas la promoción, los gustos y la imagen de poder que quisieron transmitir la emperatriz Isabel de Portugal, María de Hungría, gobernadora de los Países Bajos y reina de Hungría y Bohemia, varias aristócratas de la importante casa de Mendoza como Mencía de Mendoza, condesa de Haro, Ana de Mendoza, princesa de Éboli, o Ana de la Cerda, condesa de Mélito. En otro peldaño de la sociedad del siglo XVI se encuentra Magdalena de Ulloa con una posición destacada en la corte de Felipe II. Entre el reinado de este monarca y el de su hijo Felipe III desarrollaron una importante edilicia la VI condesa de Miranda, María de Zúñiga y Avellaneda, y Mariana Vélez Ladrón de Guevara, condesa de Treviana, y ya en el reinado de Felipe IV, María de Lazcano y Sarría, señora de Lazcano. Desde otra perspectiva, también tienen presencia aquí las mujeres como propietarias o trabajadoras de las fábricas de papel pintado que decoraron las casas de la burguesía del siglo XIX.