Descripción
En el siglo XVIII tardío, políticos ilustrados y mujeres de la alta sociedad en España debatieron sobre el derecho de las mujeres a unirse a una de las instituciones científicas más destacadas del país: la Sociedad Económica Madrileña de Amigos del País. Sociedades como estas, como describe Elena Serrano en su libro, fueron fundadas en la idea de que los laicos podían contribuir al avance de su país proporcionando conocimiento útil, y a menudo se referían a sí mismos como mejoradores, o amigos del país. Después de intensos debates, la duquesa de Benavente, junto con otras nueve damas distinguidas, afirmaron, ganaron y ejercieron el derecho de las mujeres a participar en la formación del futuro de su nación al inaugurar la Junta de Damas de Honor y Mérito. Diez años más tarde, la Junta estableció una red de más de sesenta corresponsales que se extendían desde Tenerife hasta Asturias y de Austria a Cuba. Con este libro, Serrano cuenta la historia desconocida de cómo la duquesa y sus compañeras, quienes lograron crear la única sucursal femenina conocida entre aproximadamente quinientas sociedades patrióticas en el siglo XVIII, dieron forma a la cultura científica española. Su estudio revela cómo la Junta, al enfatizar el valor de su naturaleza femenina en sus esfuerzos por reformar la educación, la economía rural y ayudar a los pobres, produjeron y circularon conocimiento útil y finalmente cristalizaron el movimiento de mejoramiento europeo en España dentro de un contexto que por lo demás era exclusivamente masculino.
